Desde la Dirección de Política Educativas e Inclusivas en unos de sus programas como lo es, “Incluime” busca fomentar la igualdad de condiciones y evitar todo acto de discriminación en el deporte, con el fin de generar consciencia, de construir estigmas y prejuicios para construir juntos como sociedad una mirada real, humanista e inclusiva, el deporte es para todos.
Con el objetivo de defender los derechos y dar visibilidad de las personas sordociegas, cada 27 de junio se conmemora el Día Internacional de la Sordoceguera, día que fue declarado como homenaje al natalicio de Helen Keller (1880-1968), la primera persona sorda y ciega en graduarse de una universidad.
La sordoceguera se define como una pérdida parcial o total en las capacidades perceptivas relativas a la visión y la audición, que dificulta la comunicación, el acceso a la información del entorno y la movilidad, el conjunto de las personas sordociegas es un grupo muy heterogéneo, algunas no oyen ni ven nada, mientras que otras pueden tener algún resto de visión y/o audición.
Es diagnosticada como una sola discapacidad, si bien puede deberse a múltiples causas, una de las principales es el llamado Síndrome de Usher, una enfermedad hereditaria que está estrechamente relacionada con la retinitis pigmentaria, que afecta la vista y el oído, y sus primeros indicios ocurren a partir de los ocho años de edad en adelante.
“La importancia de una comunidad consciente”
Las personas con sordoceguera no pueden acceder a la información de la misma forma que generalmente los demás lo hacen, los canales de comunicación tradicionales se ven afectados y debe aprender formas alternativas de comunicarse, sobre todo para poder acceder a aquella información que les permita adquirir cierta independencia; “Por esto y muchas razones más, es sumamente importante que la población brinde su ayuda a las personas con esta discapacidad y colaboren para que la persona con sordoceguera tenga mayor autonomía y logre mejorar su calidad de vida, por medio de la actividad física y deporte. Actualmente se estima que en Argentina existen 10.000 personas con sordoceguera".
Existen algunas formas de distinguir a una persona con esta discapacidad, de esta forma puede resultar más fácil para las demás personas colaborar en cualquier situación:
- Para desplazarse, las personas sordociegas usan un bastón de dos colores, rojo y blanco, de esta forma logran distinguirse de las personas que solo tienen discapacidad visual.
- Para comunicarse utilizan el alfabeto manual o dactilológico, en la que se realizan señas en la palma de la mano de la persona sordociega.
- Para guiarse, la forma más adecuada es dejar que la persona sordociega se tome del brazo de otra persona. La persona que tiene visión le irá avisando si hay escaleras, cruce de calles, puertas, u otros obstáculos.
Es importante asegurar que la persona sordociega cuente con el acompañamiento de otra persona que maneje su código de comunicación (familia, amigo o interprete) y sea un nexo entre el entorno y el resto de la sociedad.
- ¿Qué podemos hacer nosotros?
- Dar a conocer nuestra presencia, tocando suavemente su hombro o brazo.
- Sí conserva parte de resto visual, aproximándonos a su campo de visión.
- Presentarse deletreando el nombre en su mano (alfabeto español si no sabemos lengua de señas, algunos pueden identificar letras) y preguntar si necesita ayuda.
- Otra opción, es comunicarse por medio de la escritura, en caso de que conserve resto de visión
- Siempre que veamos a una persona sordociega acompañado, saludarlo antes que su acompañante.
Deportista Sordociengo
En el año 2019, Jorge España, nacido en Zaragoza España se convirtió en el primer triatleta con sordoceguera en llegar a la meta. Las personas sordociegas, debido a su condición sensorial, necesitan de un guía a su lado, para Jorge ella es "Mapi”, juntos entrenan desde hace varios años y asumen retos que inspiran a la sociedad.